Ya sabéis que intento evitar las polémica en este blog y en el grupo del Lugar, pero esta mañana hemos llegado cabreados a casa o lo siguiente. Vamos a ver, nosotros salimos a andar normalmente por carreteras o caminos y lo habitual es que sea un paseo agradable: uno ha hecho unos kilómetros, ha quemado unas calorías y ha disfrutado de ese paseo campestre. Pues bien, hay días en que esto no es así; quiero decir que no disfrutas del viajecillo... precisamente por los perros sueltos.